Finalmente, mi barca salió con panza nueva y toda calafateada, preciosa y emotiva, rumbo al puerto de Frutos de Tigre.
Al parecer el fen shui es un factor decisivo en mi vida, desde que me animé a hacer realidad mi sueño de vivir a bordo. Beccar fue el peor lugar, y la chata de agua dulce salió rotosa de aquella amarra. Efectivamente, los 33 orientales NO ERA SU lugar y por lo tanto tampoco el mío. Todo empezó a complicarse sin que pudiera yo evitarlo ni calmarlo. Las cosas pasaron a mayores y la proa aparecio rota con el gancho arrancado. Unos idiotas golpearon el botazo para ver hasta donde llegaba la madera podrida donde sufrió el golpe. Maltrecha y golpeada saliò de Beccar ... Y en el Puerto de Tigre NO nos fue mejor! Allí los isleños que cargan y descargan almancen frutas y juncos, así como el enorme buque de fierro MARIANO MORENO, para siempre amarrado al fondo del dique tres, y las autoridades del Puerto, TODOS se ensañaron con la Costerita exigièndome que me la llevara. Pero donde??? Finalmente presenté una nota por mesa de entradas en acciòn social de Tigre, donde me informaron que la responsable de pedidos del estilo, es la señora Malena Galmarini de Massa. Al otro día por indicación de la mujer del Intendente, fuimos remolcados a las Amarras Isleñas del Rio Reconquista. El barco se golpea, por la continua salida y travesía de lanchas de paseo y lanchas taxi. Aqui tambien molestamos pues mi barco mide doce metros por tres y medio y està amarrado de banda ocupando tres amarras. Pero hago lo imposible para terminar pronto los arreglos.
Para mi enorme felicidad, el viernes a la mañana vino un restaurador de motores y conectò las baerias que compre con tanto sacrificio. Y el enorme motor Bedford arrancó! Noches atrás soñé que la chata arrancaba y yo le daba besos en la cabina. y asì ocurrio ayer viernes a la tarde.
Paso a paso lentamente pero segura, voy alcanzando mis metas relacionadas con mi nueva vida a bordo. Me congratulo por haber permitido a mi alma SER! y mas alla de los calificativos de LOCA por animarme a realizar aquello que verdaderamente quería, vivir en Tigre y a bordo. Mi nueva vida es tan diferente a la de antes. Vivo cada momento intensamente. Sola o con mis hijos. VIVO!
Este es mi lugar y pronto estaremos en el lugar exacto para mi chata isleña, donde el rio sea calmo y no haya fuertes olas ni botes o lanchas que lo golpeen faltandole el respeto a sus 77 años en el agua. Mi barco es màgico, VIVE! Y así me lo transmite aprobando y aceptando lo que voy haciendo para que estemos mejor. Un viejo hombre de rio me lo dijo: estos bichos están vivos. ya lo creo.